Es innegable que la reforma de la ley de política lingúística supone un gran acuerdo parlamentario. Y un primer paso para resolver el espinoso asunto de la inmersión monolingüe obligatoria en catalán. ERC, como el resto de formaciones que secundan el pacto, tiene sus propios intereses electorales y ha optado por una flexibilización que ya defendía el exconsejero de Educación, Josep Bargalló. El pacto supone una desautorización en toda regla para Josep Gonzàlez-Cambray, que ahora deberá aplicarlo. No será fácil, pero ese importante acuerdo, firmado por la secretaria general adjunta del partido, Marta Vilalta, no puede quedar en papel mojado.
Marta Vilalta
25 marzo, 2022 00:00Addoor Sticky
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