Pere Aragonès demuestra sensatez acudiendo a la Conferencia de Presidentes. Parece que lo hace a regañadientes, pero es consciente de que defender el papel de la Generalitat en la guerra de Ucrania, y dar plantón a una reunión al más alto nivel donde se va a hablar de ese tema, era absolutamente incoherente. Sería deseable que esa participación en las mesas multilaterales no sea una excepción. Porque defender los intereses de Cataluña bien vale tragarse el orgullo identitario. Veremos.