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El trabajo que ha hecho Renfe para facilitar la llegada de refugiados de Ucrania a España ha sido ingente las últimas horas, y los primeros trenes con personas de ese país empiezan a llegar a nuestras ciudades. Es el caso de Barcelona, donde el drama humanitario que viven estos exiliados también dio pie a una anécdota divertida en la estación de Sants. En su afán por ayudar a los que han sufrido los horrores de la guerra, el personal del operador intentó acompañar a una familia hasta el lugar habilitado para atenderles. Eran turistas.