Oriol Junqueras vuelve a las andadas. Esto es, a la confrontación con España al comparar la invasión de Ucrania con la situación en Cataluña. Equiparar un conflicto bélico con la respuesta del Estado al procés tiene mucho de perverso e incluso dinamita la estrategia de diálogo de su propio partido. El paralelismo pone al líder republicano a la altura de Carles Puigdemont, muy dado a ese tipo de bravatas.