El consejero de Educación, Josep González Cambray, ha generado una rebelión en las aulas. Los principales sindicatos amenazan con una huelga inminente ante la decisión unilateral del conseller de adelantar el inicio del próximo curso al 5 de septiembre, una orden que también advierten de que la podrían desobedecer. Le acusan de tener una "actitud prepotente e inmovilista", y no les falta razón.
Avanzar las clases puede ser una medida acertada, pero estipularlo sin tratar de consensuarlo con todos los agentes implicados y cargarse de un plumazo la concertación social es un sinsentido. Cambray va camino de ser uno de los peores consejeros de Educación de la Generalitat, y eso que no lleva ni un año en el cargo.