Queralt Castellet es de plata. La rider catalana se ha subido al segundo cajón del podio en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 tras una exhibición con su tabla de snowboard. Este premio tiene doble mérito: primero, porque ella es del Vallès, un lugar en el que la nieve es casi un milagro y, depués, porque, como muchos otros deportistas, esconde una historia de superación con algunos pasajes muy dramáticos que incluso le plantearon la retirada. Pero Castellet se ha sobrepuesto a todo y, con la cabeza bien clara, ha celebrado que "nada bueno llega fácil". Con esa actitud, con esa tenacidad y ese esfuerzo ha dado a España la quinta medalla de la historia de unos Juegos Olímpicos de Invierno. Un ejemplo para todos y un necesario referente femenino.