A la Assemblea Nacional Catalana (ANC) no le ha sentado bien que la Consejería de Interior de la Generalitat haya puesto punto final a dos años y medio de impunidad cortando cada día el tráfico de la Meridiana de Barcelona para defender la independencia de Cataluña. La organización presidida por Elisenda Paluzie debería agradecer al Govern que les hayan permitido bloquear una arteria principal de la ciudad todos estos años sin consecuencia alguna (para los convocantes, claro, porque los vecinos estaban hartos). Una situación delirante que ya no tenía más recorrido.
Sin embargo, la ANC ha acusado a Interior de "limitar un derecho fundamental como es el de manifestación" y de "promover la desmovilización del activismo en favor de la libertad y la independencia". Además, el colectivo Meridiana Resisteix --que organiza los cortes bajo el paraguas de la ANC-- ha arremetido duramente contra el Govern, con amenazas, descalificaciones e insultos de todo tipo. Paluzie debería insuflar un poco de sentido común entre los suyos.