Vodafone, cuya filial española dirige Colman Deegan, ha avivado los rumores que apuntan a una posible fusión con MásMóvil tras presentar unos resultados que no dan alas al optimismo. El operador británico ha logrado incrementar ligeramente su facturación, pero ha perdido clientes en todas sus líneas de negocio en el país.
Ante esta situación, lo único que salva el giro de la teleco es su marca low cost, Lowi, cuyo crecimiento apenas sirve para compensar la sangría de la compañía principal. Para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo, con la irrupción de actores de bajo coste como Digi, Avatel o Finetwork, el grupo deberá mover ficha y revisar su estrategia.