La ley de startups ha visto la luz al fin tras años de reclamaciones por parte del ecosistema emprendedor. El proyecto impulsado por la secretaria de Estado de Digitalización, Carme Artigas, incorpora buena parte de las demandas del sector y supone un paso decidido para fomentar el desarrollo de startups nacionales.

Pero también cuenta con lagunas en el ámbito fiscal que restan competitividad a las empresas emergentes frente a sus homólogas europeas y estadounidenses. Los expertos confían en que la tramitación parlamentaria de la ley, que se llevará a cabo antes de junio, sirva para perfeccionar una norma clave para transformar la economía española.