El cuerpo de Mossos d'Esquadra, bajo el mando del nuevo mayor Josep Maria Estela, debe actuar con una precisión quirúrgica en barrios tensionados a nivel de seguridad y convivencia como el Besòs de Barcelona. Los propios vecinos han protestado contra la inseguridad tras el tiroteo en la rambla Prim cuyó presunto autor logró huir.
Pese al despliegue del Grupo Especial de Intervención de la policía catalana y un operativo con incluso un helicóptero, no se pudo evitar la fuga del tirador. Posteriormente, se ha producido una detención, pero de una persona relacionada con los hechos, no del sospechoso principal. Tras la purga política que ha sufrido el cuerpo, el recién ascendido Estela no se puede permitir más errores de este calado.