Faltan propuestas desapasionadas, alejadas de la politización, sobre el futuro de la inmersión lingüística en las escuelas de Cataluña. Frente a la sacralización que pretende hacer de ella el Govern, la psicóloga Mónica Díaz Castell aporta posibles vías de reforma. Lo hace sin apriorismos ideológicos, basándose en fuentes académicas y buscando el interés de quienes son los claros perdedores del actual sistema de inmersión: los alumnos castellanohablantes. En su trabajo, destaca lo que otros autores también denuncian: que nunca se ha hecho una encuesta sobre preferencias lingüísticas.