La política de energías renovables del Govern no puede ser más errática. Tras vetar los parques eólicos en el Alt Empordà, una de las zonas con mayores rachas de viento de Cataluña, la consejera de Acción Climática Teresa Jordà (ERC) ha apoyado la instalación de aerogeneradores en el parque natural de Collserola.
La consellera pasa por alto que la normativa sobre zonas protegidas impide la instalación de los molinos. Aún así, la idea seduce a los colectivos ecologistas y agrícolas de la Cataluña interior, muy hostiles a los proyectos de fotovoltaica y eólica. Jordà debe de pensar que queda bien con estos sectores relegando los molinos a Barcelona, pero vuelve a mandar un mensaje equívoco que siembra la incertidumbre entre los promotores de fuentes renovables.