El incomprensible veto de Ernest Maragall, portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, a una declaración institucional en recuerdo de los diez años sin ETA, solo puede ser interpretado como un postureo independentista. Al republicano no le ha gustado que el texto obviara a los GAL y las declaraciones de supuesto arrepentimiento de Otegui. ¿Revanchismo de un exsocialista?