María Dolores Dancausa, la consejera delegada de Bankinter, una de las principales entidades financieras del país, ha negado con toda rotundidad que España se encuentre actualmente en riesgo de quiebra, como había asegurado días atrás en una entrevista el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado. Una voz más que autorizada la de la ejecutiva, que no ha dudado además en afear la conducta del político, al acompañar su opinión sobre una reflexión acerca de la escasa conveniencia de lanzar ese tipo de mensajes apocalípticos en estos momentos.
Pero lejos de mostrarse condescendiente con el papel del actual Gobierno, Dancausa también ha calificado como inaceptable el hecho de que España se encuentre a la cola de los países desarrollados en cuanto a la recuperación económica. Y ha ahondado en la importancia de que los dirigentes no lancen mensajes equívocos a los ciudadanos.
Cuando la postura más cómoda y menos arriesgada era la de guardar silencio y no "mojarse", Dancausa ha sido valiente al negar la mayor a quien puede ser en el futuro presidente del Gobierno y, además, exigiendo responsabilidad en las manifestaciones. Una simple muestra de lo que se pretende cuando desde la sociedad civil se pide a los empresarios que den un paso al frente en determinadas cuestiones.