El nuevo abad de Montserrat, Manel Gasch, eludió el debate nacionalista en su nombamiento, y, por ahora, este es un detalle que le diferencia de su antecesor, el polémico Josep Maria Soler. Sin embargo, Gasch tampoco hizo referencia a los abusos en la Iglesia, que también han impactado en su congregación. Para empezar, centró su discurso en el coronavirus, pero deberá atender otras cuestiones.