Pere Aragonès se ha comprometido a consumar la transición hacia las renovables en Cataluña. Ahora mismo, la comunidad se sitúa a la cola en la generación de potencia fotovoltaica y eólica. Muy lejos de la cobertura del 50% de la demanda eléctrica prevista por la propia Generalitat en 2030. La voluntad del Govern que preside Aragonès va en buena dirección, pero el sector reclama hechos y no solo buenas palabras.