Es cierto que el macrobotellón, sin precedentes, que el jueves por la noche tuvo lugar en la plaza de Espanya de Barcelona no registró incidentes, pero la concentración de 15.000 personas demostró hasta qué punto son imprevisibles esas fiestas. Jordi Martí, teniente de alcalde, intentó quitarle importancia, pero es inevitable pensar que al Ayuntamiento de Barcelona se le va de las manos eso de las salidas nocturnas.