Grifols ha anunciado el inicio del proceso para adquirir la compañía alemana Biotest, que le dará una privilegiada posición en Europa, dentro del sector del plasma, con 26 centros de producción y 12 productos para incorporar a su cartera. Una operación, valorada en 1.100 millones de euros, que permitirá a la compañía acometer una diversificación geográfica que le haga depender menos de Asia y EEUU, donde hasta ahora ha estado muy enfocada.
La conquista decidida de nuevos mercados siempre es una decisión digna de aplauso. Y más cuando, como es el caso, se lleva a cabo con responsabilidad, aun a riesgo de encontrarse con una respuesta negativa del mercado a corto plazo. Así, Grifols ha tomado también la delicada decisión de no repartir dividendos hasta no reducir su apalancamiento hasta una ratio de deuda/Ebitda por debajo de cuatro veces --actualmente se encuentra en 4,9 veces--. Crecimiento diversificado, responsable y sostenible. Un camino a seguir.