La indecisión y la falta de apoyo por parte de la Generalitat a la ampliación del aeropuerto de El Prat ha echado al traste una inversión de 1.700 millones de euros. El Gobierno ha dicho basta ante los despropósitos del ejecutivo autonómico tras meses de negociaciones. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se ha mostrado sorprendida por los vaivenes del Govern, con un vicepresidente Puigneró avalando el proyecto y un president Aragonès rechazándolo. "El pacto se ha quebrado por una pérdida de confianza manifiesta", ha confesado la ministra. Demasiada paciencia ha tenido.