El Hospital Vall d’Hebron, que está dirigido por Albert Salazar, ha marcado otro hito médico. Ha completado con éxito el trasplante pulmonar entre dos bebés mediante un paro cardíaco controlado del donante, un procedimiento muy poco habitual en Europa que ha permitido salvar al pequeño que estaba en fase terminal.
Se debe reconocer el trabajo médico para ejecutar el procedimiento, pero también de la unidad perinatal que opera en el centro por el acompañamiento a las familias. Como explicaban los sanitarios, el verdadero éxito es la solidaridad que han mostrado unos en su peor momento al permitir que otros tuvieran esperanza. Historias como la de Lleïr, el bebé que ha recibido los pulmones, merecen ser contadas.