La fiscalía de distrito de Nueva York que instruye el caso sobornos que afecta a una filial de Mediapro en Estados Unidos está consiguiendo sus primeros éxitos. La oficina de la fiscal jefe en funciones, Jacquelyn Kasulis, ha logrado que un testigo clave se declare culpable y corroborar su tercer escrito de acusación, que afloraba un entramado presuntamente criminal.
Ahora, ha logrado que la trama de compra ilegal de derechos audiovisuales devuelva cerca de 27 millones de euros a las instituciones afectadas. A la espera de cómo concluya el caso, la legación del Departamento de Justicia de EEUU ha visto reivindicada su labor en un caso muy complejo.