El despliegue policial en las Ramblas de este lunes tras una explosión en la zona seguida de la aparición de un turista con una herida en la mano demuestra que los Mossos d’Esquadra disponen de la agilidad necesaria para responder con eficiencia ante una posible alarma por terrorismo. El cuerpo se ha preparado a fondo después del terrible atentado de 2017 que tuvo lugar en el mismo lugar y en Cambrils, que este martes se recordará, y está alerta ante otro momento de tensión internacional por la posible proliferación de nuevas acciones derivadas de la propaganda yihadista.
Con todo, es necesario abrir el debate sobre si el amplio despliegue que se aplicó en Barcelona es proporcional a los hechos que tuvieron lugar (los petardos de una fiesta mayor y un incidente en un baño de un hotel). ¿Aporta tranquilidad o genera alarmismo entre la ciudadanía?