La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, encajó con "sorpresa" los abucheos que le dedicaron los vecinos de Gràcia con motivo de la inauguración de las tradicionales fiestas del barrio. De hecho, tanto le afectó el rechazo, que hasta soltó alguna lágrima (algo que ya se le ha visto en otras ocasiones cuando las cosas no terminan de salirle bien, una reacción impropia de alguien que ostenta ese cargo). Lo que sí debe sorprender es que califique estos pitos de "sectarios", cuando ella misma los aplaudía cuando las víctimas eran otras. Además, muy mal deben irle las encuestas a los comuns para exponer a Colau en las Fiestas de Gràcia, a pesar de que la están escondiendo en todas las polémicas recientes.