La junta de accionistas de El Corte Inglés dio su visto bueno al plan estratégico a cinco años aprobado por el consejo que preside Marta Álvarez, y que supone una transformación del modelo de negocio de una empresa caracterizada por sus valores tradicionales. Ante la actual situación de crisis, y tras superar un 2020 muy complicado, la compañía mira hacia el futuro con optimismo y con ambición, con objetivos como duplicar sus resultados y reducir casi dos tercios su actual deuda.
Pero además, en El Corte Inglés hay una firme voluntad de adaptarse a los nuevos tiempos, con la meta de que el canal online represente un 30% de la facturación; y también, a las nuevas demandas de los consumidores, de manera que pasará de ser un mero retailer a una empresa de servicios dispuesta a "hacerle la vida más fácil a nuestros clientes", en palabras del consejero delegado, Víctor del Pozo. Un horizonte para la esperanza, reforzado además por unas primeras cifras del año que empiezan a hablar de recuperación y de los primeros efectos de los vientos de cambio.