La directora general de Turismo de la Generalitat, Marta Domènech, está preocupada por el fiasco de la campaña de verano, golpeada por la quinta ola del Covid-19. Por ello, ha anunciado que trabajará con el sector para buscar fórmulas que permitan alargar la llegada de visitantes hasta noviembre y así tratar de compensar las pérdidas. Nadie duda de su buena voluntad pero, de momento, las propuestas para implementar esos deseos son poco concretas. El único plan es promocionar Cataluña como destino turístico, para lo que ha prometido una dotación presupuestaria adicional de apenas 500.000 euros. No parece que así se vaya a lograr "reactivar la demanda y alargar la temporada", como pretende.