El programa de dotar a los agentes de la Guardia Urbana con cámaras unipersonales para apoyar las actuaciones policiales y aportar transparencia gusta a los agentes, que lo reivindican desde hace años. Con todo, el Ayuntamiento de Barcelona lo lanza, aunque con mucho retraso y con excesiva timidez: compra 150 dispositivos para 3.000 funcionarios.