El Gobierno se ha decidido a rebajar el IVA de la electricidad al tipo reducido (10%) para tratar de paliar el efecto en el recibo de la subida incontrolada de los precios en el mercado mayorista. La medida repercutirá en beneficios de los sufridos ciudadanos adscritos al mercado regulado pero llega algo tarde, cuando la tendencia alcista ya era un hecho desde hace semanas.
La decisión ha contado con la resistencia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, opuesta desde el primer momento a la medida y que incluso llegó a señalar que contaba con el veto de la Comisión Europea, lo que no se correspondía con la realidad. Finalmente, lo único que ha logrado ha sido retrasar una medida que podía llevar ya tiempo en vigor con el consiguiente beneficio para los ciudadanos.