Acaba de llegar a una de las consejerías más importantes de la Generalitat, la de Economía y Hacienda. Y lo ha hecho a mitad de año. Pero Jaume Giró ha renunciado demasiado pronto a aprobar unos presupuestos para 2021 y prefirió desviar la atención, en su intervención parlamentaria, hacia el mantra nacionalista del déficit fiscal y la falta de inversiones del Estado en Cataluña.