Andorra es un paraíso fiscal en el que el techo del IRPF está fijado en el 10%, hecho que atrae un gran número de profesionales de perfil diverso (desde grandes de la moto, ciclistas profesionales o youtubers) ávidos de maximizar los beneficios de su trabajo. El problema es que para lograr un acuerdo de asociación con la Unión Europea tendrá que endurecer este tipo de contraprestaciones, como ya hizo con el fin del secreto bancario. El ministro de Economía y líder de los liberales en el Gobierno del Principado, Jordi Gallardo, ha dado el primer paso en este sentido al hablar de una “ley de economía digital” que se ultima en el país.
El Ejecutivo intentará con todas sus fuerzas no perder totalmente su atractivo, aunque es consciente de que deberá endurecer algunas de las condiciones impositivas para lograr el pacto. Que se den pasos en este sentido es positivo, ya que la deslealtad es onerosa.