La Fundación Civil Populus Alba, que promueve el conjunto del Monasterio de Poblet, ha desempeñado hasta ahora una encomiable labor para dar a conocer y poner en valor este centro cultural, religioso y documental situado en Tarragona. 

La entidad social que lo rige, no obstante, va ahora al ERE, esquivando por los pelos el concurso de acreedores, y lo hace con unas maltrechas cuentas que el presidente Octavi Vilà, también abad del Monasterio, debería haber vigilado más de cerca. No son pocas las voces que detectan una gestión mejorable