Nadie pone en duda el esfuerzo del Ayuntamiento de Barcelona en los últimos años para reducir la delincuencia y los conflictos de convivencia en el Raval. Sin embargo, las medidas adoptadas han resultado un fracaso y la degradación del barrio se intensifica. El último de los episodios denunciados por los vecinos son los combates ilegales de boxeo protagonizados por menores en la calle y a plena luz del día. El concejal responsable de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, debería ponerse la pilas ante una situación insostenible e inaceptable, o dejar paso a otra persona que pueda hacerlo.