El consejero de Políticas Digitales de la Generalitat, Jordi Puigneró, arriesga al confiar en Girona para su proyecto de blockchain, que aspira a financiarse con los fondos Next Generation. Se da la circunstancia de que esta ciudad dilapidó el dinero europeo en el fallido proyecto 3D conocido como Bloom, que se saldó con robo de material audiovisual.