El secretario de Salud Pública, Marc Ramentol, ha lanzado la amenaza de que si la ciudadanía no es responsable no les quedará más remedio que endurecer las restricciones de movilidad para frenar la cuarta ola de coronavirus. El problema es que es la Generalitat la responsable de dictaminar medidas claras que frenen la expansión del virus, por muy impopulares que sean.
Y si se trataba de una advertencia al sector de la restauración porque viene otro cerrojazo, la fórmula elegida por la consejería es aún más pueril. En estos momentos lo que necesita un sector agónico son mensajes claros de las autoridades. Y si se entra en este escenario, ayudas para subsistir. Cualquier otra opción es un error garrafal. Más aún si se plantea en los términos usados por Ramentol.