Pere Aragonès es muy consciente de los riesgos de volver a pactar con Junts per Catalunya. El diagnóstico realizado sobre sus rivales en las urnas es adecuado desde el punto de vista estrictamente partidista. Pero olvida el candidato de ERC que quien sale perjudicado en esas pugnas independentistas, que se han reanudado --y de qué manera-- tras la toma de posesión de Laura Borràs como presidenta del Parlament, es el conjunto de la ciudadanía.