Discurso partidista, bronco y divisorio. Laura Borràs se olvidó de que la mitad del Parlament no es independentista y que, como presidenta de esta Cámara, debería tener sentido institucional. Otro de sus ¿olvidos? fue Roger Torrent, predecesor en el cargo, aunque de ERC, un partido secesionista que, a juzgar por la actitud de la neoconvergente, no es de pata negra. Mal presagio para la nueva legislatura.