Las restricciones al comercio están ahogando a la economía catalana. Restauradores, centros comerciales y ocio nocturno, entre otros sectores, están desesperados y al límite de la supervivencia.
Ante este panorama dantesco, las principales patronales han decidido coger el toro por los cuernos y liderar las reivindicaciones en defensa del tejido productivo local. Foment --con Josep Sánchez Llibre al frente-- y Pimec --que en los próximos días elegirá a un nuevo presidente-- están asumiendo de forma destacada el papel que se espera de estas organizaciones en unos momentos especialmente difíciles.