El presidenciable del PP ha demostrado ser el candidato más sólido de esta campaña electoral. Su dialéctica y capacidad de respuesta, la oratoria ágil que ha demostrado en los últimos años en el Parlament, le han llevado a ser reconocido incluso por los votantes que están más alejados de sus tesis.
Con todo, los populares se juegan el próximo domingo ser extraparlamentarios. De ahí que en los últimos días haya subido el tono de sus intervenciones y entregado a algunas operaciones poco claras, como la de sugerir que Salvador Illa ha evitado realizarse un test rápido en TV3 para que no se demuestre que se había vacunado antes de tiempo (cosa que este tipo de pruebas no pueden detectar). Aun así, los méritos propios de Fernández logran superar este tipo de politiqueos que, al final, solo generan más desafección, sobre todo cuando todo el mundo conoce los casos --no pocos-- de políticos de su partido que se han vacunado aprovechándose del cargo.