Josep Maria Argimon ha sido el único miembro del Govern que en los últimos meses ha comunicado con claridad y ha explicado la situación sanitaria en la que se encontraba Cataluña. Pero ha derivado, en los últimos días, hacia una posición en la que el alarmismo es la tónica. “No es el mejor momento de convocar elecciones”, reitera.
Sin embargo, es un hecho que Cataluña se encuentra sin gobierno, sin directrices, con broncas constantes en su seno, lo cual puede agravar más la actual situación de indefinición, con problemas sanitarios, pero también económicos y sociales de enorme envergadura.
La prudencia debe estar más presente en las autoridades sanitarias para trabajar, además, por conseguir las mejores condiciones para que el derecho constitucional al voto se pueda ejercer con garantías el 14F.