Que el líder del PP, Pablo Casado, lleve al Congreso la propuesta de Foment del Treball de crear un fondo de rescate a la economía productiva de 50.000 millones de euros es un éxito de la patronal catalana y de su presidente. Pero, principalmente, es un éxito para el empresariado de todo el país.
Es la primera iniciativa que se articula en España que implica movilizar recursos a fondo perdido para inyectar liquidez a las compañías que son viables y están en el alambre por la crisis del coronavirus. Que prospere o no marcará un antes y un después en cómo se hace frente a la pandemia en el país.