La consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha entregado una urna del referéndum secesionista ilegal del 1-O firmada por su puño y letra a la campaña Ningún niño sin juguete que organiza Ràdio Barcelona-SER Catalunya y el Casino l’Aliança del Poblenou con motivo del Día de Reyes. La dirigente de JxCat ha justificado su singular donación con el argumento de que “es un regalo adecuado porque nos hace falta poder volver a decidir libremente el futuro de nuestro país” y “queremos un futuro mejor para nuestros niños y niñas”.

Aprovechar una iniciativa para que los niños de las familias vulnerables no se queden sin regalos en estas fechas tan señaladas y convertirla en un nuevo acto de manipulación y adoctrinamiento nacionalista es mezquino y demencial. Además, solo sirve para cargar de razones a los que piden aplicar mano dura al independentismo.