La desautorización del jefe del Estado Mayor de Defensa (JEMAD) al grupo de militares retirados que apelaban a la unidad de España y condenaban al Gobierno “socialcomunista” ante el Rey es muy pertinente. Pone en su sitio, quizá un poco tarde, a los 73 retirados que hablaban de los “momentos difíciles para la Patria” y que cargaba contra el Ejecutivo por apoyarse en “filoetarras e independentistas”.
“Las Fuerzas Armadas de nuestros días no miran al pasado”, ha manifestado el general del Ejercito del Aire en un texto divulgado por el aniversario de la Constitución, “las opiniones de estas personas no pueden considerarse representativas del colectivo”. Él mismo ha recordado que al estar retirados “no tienen ya limitados” los derechos de expresar ciertas opiniones públicas. No se debe olvidar que, de estar en activo, se enfrentarían a un proceso de sedición. Las conspiraciones militares y el ruido de sables nunca son bien recibidos.