Es triste que, a estas alturas, se tenga que reivindicar el arte de Camarón, Rosalía, Miguel Poveda o Mayte Martín ante el desprecio de políticas indocumentadas como Jenn Díaz (ERC), quien ha vinculado el flamenco con el franquismo. Ignora la republicana la larga tradición flamenca existente en Cataluña y que muchos artistas de este género murieron a manos del fascismo por defender la república. Y con sus palabras, se equipara a aquellos intransigentes que, durante los actos institucionales de la Diada de 2007, abuchearon a Poveda.
No todo vale, y menos cuando se ocupa un cargo público pagado con el dinero de todos.