Errática gestión la que está haciendo el alcalde de Cercs (Barcelona), Jesús Calderer (Demòcrates) sobre la polémica central térmica. Muy criticada por la oposición y los grupos ecologistas, el primer edil ha informado a la planta de que debe paralizar sus actividades, tal como dictaminó la Consejería de Territorio, pero al mismo tiempo justifica la extracción de desechos. Así no hay quien se aclare.