El profesor Antonio Galera, docente de Educación en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), tiene todo el derecho a creer que las indicaciones contra el coronavirus son medidas de control social y que la enfermedad no es tan grave. Pero no es de recibo que el investigador transmita ese ideario a los alumnos en un momento de peligro por rebrotes. El centro universitario hace bien en imponer las restricciones y distancias de seguridad en sus clases.