@cronicaglobal
El escándalo de las muñecas sexuales para pedófilos puestas a la venta en Amazon debería servir para cambiar la forma en la que funcionan algunas multinacionales.
Es cierto que este tipo de plataformas de venta online gestionan cientos de miles de referencias y que pueden cometer fallos, pero la principal compañía de distribución a nivel mundial --liderada por el magnate Jeff Bezos-- debería controlar con más eficacia qué productos promociona. Es evidente que en este caso todos los filtros establecidos han fallado estrepitosamente.