Quim Torra
Quim Torra ha puesto la Generalitat al servicio de la pugna electoral entre Junts per Catalunya y ERC. La remodelación, pactada con Carles Puigdemont, prolonga esta legislatura y, con ella, la agonía de los catalanes inmersos en una pandemia sin precedentes.
Ajeno a las necesidades reales de una sociedad que desconoce cómo sobrevivirá a la crisis económica que se avecina, Torra juega a la radicalidad con el fichaje de tres nuevos consejeros cuyo mérito principal es rendir pleitesía al fugado de Waterloo.