El artículo publicado por Andrés Rodríguez-Pose y Daniel Hardy, profesores de la London School of Economics, demuestra los efectos nocivos del proceso independentista en la economía catalana. El trabajo, bien documentado y que incluye cifras irrebatibles, explica cómo Barcelona, motor económico de España, ha retrocedido en los últimos años mientras Madrid despega.

La fractura social, que genera incertidumbre en los inversores, bloquea proyectos que en otros momentos políticos hubieran permitido a la capital catalana mantener su dinamismo.