El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha cogido las riendas de la gestión del coronavirus ante el aumento de contagios notificados. En un gesto que ha sorprendido a muchos, ha apartado a la consellera de Salud, Alba Vergés, y ha comparecido él mismo a dar explicaciones sobre la situación. Y hasta aquí toda la aportación del president a la crisis.
En un discurso sin sentido, Torra se ha limitado a pedir prudencia a la población, sin aportar nuevas medidas restrictivas para frenar los brotes; ha recuperado el España nos roba para suplicar más ayudas estatales que al resto de autonomías y, en una misma frase, ha comentado que la situación es límite, "muy crítica" (ha dado diez días antes de tomar decisiones drásticas), y ha dicho a los turistas que en Cataluña no hay ningún riesgo. Ver para creer.