No ha estado demasiado acertada la consejera catalana de Empresa, Àngels Chacón, en el fomento de la automoción eléctrica. Tesla se va a Berlín, retira los descuentos en los peajes a los vehículos ecológicos y representa a un gobierno cuya flota oficial está lejos de ser sostenible.

Parece que el vicepresidente económico, Pere Aragonès, no se lo está poniendo fácil, pues escatima recursos para la industria, en general, y para la automoción, en particular. La pugna política entre ambos tampoco ayuda.