La "mayor auditoría de la historia" al cuerpo de Mossos d'Esquadra se salda con 50 agentes investigados por su actuación durante los disturbios tras la condena del 1-O, pero el director de la policía catalana, Pere Ferrer, se ha negado a detallar por qué actuaciones concretas los efectivos están bajo sospecha de mala praxis.
Sí ha explicado que uno ya ha sido sancionado y que se han archivado otros dos casos. Aunque, eso sí, ha subrayado que este informe de "evaluación y propuestas" --entre las que se encuentran el uso del gas pimienta y cámaras de vídeo-- servirá para "mejorar" la labor de orden público, tras el visionado de más de un millar de horas de vídeo de las 169 protestas violentas del pasado octubre en Cataluña, del total de 877 movilizaciones que hubo tras el fallo del Tribunal Supremo.